Señal de continuación: Semántica, mitos y práctica.

Ken Ramirez

Señal de continuación: Semántica, mitos y práctica

 

Ken Ramirez

Sr. VP of Animal Training

Shedd Aquarium, Chicago, Illinois, USA

Señal de continuación, “Sigue así”: Semántica, Mitos y Práctica
En los últimos años en los foros  de internet se debaten continuamente las ventajas e inconvenientes de las señales de continuación. Además, es un tema que parece provocar cierta polémica; en los seminarios es una cuestión sobre la que los participantes formulan numerosas preguntas.

El continuo debate sobre el término, y las interminables charlas a cerca de su uso me han llevado a escribir estas reflexiones sobre el tema. Intentaré explicar los tres puntos básicos:

  • Confusión Semántica: por qué nos liamos con la terminología y las implicaciones en los debates.
  • Aplicaciones Prácticas: las herramientas que utilizamos cuando entrenamos  y como a menudo difieren de la forma en que están descritas por la ciencia y si ello importa o no.
  • Señales “Sigue así”: cómo las he usado personalmente (o visto usarlas) y qué creo que son.

Descargo de responsabilidad: empezaré dejando bien claro que en modo alguno me considero un experto en este tipo de señales, a parte del hecho de haber estado en contacto con ellas a lo largo de mi carrera y que, con frecuencia, me hayan pedido mi opinión sobre si encajan en la ciencia del condicionamiento operante. Raramente he usado este tipo de señales y como norma no las utilizo, ya que suelo  descubrir que puedo conseguir lo que necesito sin ellas.

Primero y sobre todo soy un adiestrador de campo que se centra en establecer relaciones con los animales y en mejorar los programas de entrenamiento. Llegué a  la ciencia del aprendizaje con posterioridad, pero siempre he estado fascinado por esa “peligrosa” intersección en la que el trabajo de campo y la ciencia se cruzan.

Científicos y entrenadores de campo compartimos un camino común más frecuentemente de lo que nos gusta admitir, aunque a veces hablamos diferentes idiomas siempre nos esforzamos en encontrar un vocabulario común. Algo que, como la mayoría de vosotros sabe, no es fácil…

Confusión semántica– los retos a los que nos enfrentamos con la terminología son legendarios en nuestro campo. El hecho de que ciertas disciplinas de adiestramiento hayan estado presentes durante siglos, ha marcado diferentes estilos y objetivos de adiestramiento con  su propio vocabulario; doma equina, adiestramiento canino y cetrería son tres ejemplos obvios. Esta es la razón por la que hay muchas formas de hablar de Adiestramiento. Esto es todavía más complicado por el hecho de que, cuando es introducido un nuevo término/concepto, los entrenadores de todo el mundo lo intentan aplicar. Cada uno interpreta el nuevo concepto o lo aplica de forma ligeramente diferente.

En poco tiempo, el nuevo término se emplea para describir muchas versiones distintas del concepto inicial. A veces, el concepto ha sido adaptado y modificado tanto que ya no se parece al original. Ese es uno de los retos más grandes a la hora de debatir sobre un concepto -todos empleamos una terminología parecida, pero nuestra versión del concepto a menudo difiere de la forma en la que otro entrenador pueda emplearlo. En nuestra comunidad, dedicamos una enorme cantidad de tiempo a discutir sobre un término y en cambio pocas veces hablamos sobre cómo usarlo. Para evitar confusiones, algunos entrenadores acuñarán o crearán un nuevo término para describir su versión de ese concepto, pero esto inevitablemente hará que alguien se cuestione de dónde procede ese término. ¡No hay solución! Sin embargo, creo que esto es la base de tanta confusión y desacuerdo  cuando se trata de términos ambiguos como  la señal de continuación, “Sigue así”.

Cuando se debate acerca de esta señal, hay 3 términos que habitualmente salen en las conversaciones, señal de continuidad, refuerzo terciario y puente intermedio. Vamos a ver el origen de cada uno de ellos. Seguramente sea adecuado  mencionar que ninguno de ellos se encuentra en la literatura inicial del condicionamiento operante ni del clásico.

Señal de continuación, “Sigue así”: de los tres términos este parece ser el que tiene las raíces más antiguas aunque el único sin una fuente de referencia definida. Aunque no se encuentra en la bibliografía científica, se puede seguir su rastro por muchos documentos de los años 40. Debido a que el término es de naturaleza descriptiva, su definición puede parecer obvia. Recientemente ha sido utilizado por Bob Bailey en sus conferencias para referirse al uso de un tono continuo para guiar a los animales en una determinada dirección durante un período largo de tiempo- se refiere a este tono como una Señal “Sigue así” (Bailey, 2007). Karen Pryor también describe la Señal “seguir adelante” en la edición de 1999 de “¡No le mates…enséñale!”, describiendo su uso con un perro patrulla (Pryor, 1999). En 1975 trabajé adiestrando perros guía, y en nuestro manual de entrenamiento se nos instruía para “emplear palabras de ánimo como “vamos chico”, “buena chica” cuando un animal estaba realizando correctamente una tarea, pero aún no la había completado. Si se usa de forma sistemática, cuando el animal está realizando la tarea bien, le enseña al perro a continuar con el ejercicio y le indica que el final está próximo (Landeman, 1971). Para terminar, un artículo de la revista Liberty de los años 40 incluye una entrevista con un entrenador circense de leones marinos llamado Roland Tiebor. Se le pregunta si los animales alguna vez se aburrían o se cansaban de hacer los mismos trucos una y otra vez- a lo que Tiebor responde “claro, se pueden aburrir, pero durante cada actuación, les tiro un pez para decirles “buen trabajo”, o hay veces que chasqueo mi lengua así” Roland emite unos chasquidos con su lengua y mejillas,  comentando “cuando las animales oyen ese sonido saben que estoy satisfecho  y les anima a seguir con el buen trabajo – especialmente cuando están realizando un truco que lleva mucho tiempo (Kellet, 1946). Aunque ésta última referencia es un poco ambigua, todos estos son ejemplos que hacen referencia a la señal de continuación “Sigue así”.

El puente intermedio: este término parece remontarse a Kayce Covery a su popular y efectivo sistema de entrenamiento Syn- Alia (Cover, 2002). Como describí anteriormente en la sección de confusión semántica, muchos entrenadores han usado el término y habitualmente hacen referencia a la técnica que Kayce introdujo hace más de una década (Cover, 1991), aunque a veces utilicen la herramienta de formas distintas a las descritas por Cover. Muchos argumentarán que el uso de un puente intermedio y el de la tradicional Señal “Sigue así” son muy parecidas, ya que se utilizan en situaciones similares, pero de lo que no hay duda es que la aplicación que hace Kayce es única y muy original. Para más información sobre el uso de esta técnica, recomiendo visitar la página web de Kayce y seguir este link hasta su artículo original: http:// www.synalia.com/articles/bridgesIB.html.

Refuerzo terciario: los orígenes de este término en concreto están bastante confusos para mí, pero hay referencias del término en glosarios de Análisis del Comportamiento de principios de los años 70. La definición generalmente aceptada tiene que ver con la secuencia en la que se emplean dos refuerzos secundarios distintos. Un refuerzo terciario normalmente va seguido por un refuerzo secundario y un refuerzo secundario va seguido por un refuerzo primario (Bostow&Tompkins, 1999). Para algunos, una Señal de continuidad “Sigue así” es un refuerzo terciario, porque le indica al animal que si sigue con el buen trabajo un click u otro marcador (un refuerzo secundario) le seguirá, lo que a su vez conduce a un refuerzo primario. El ejemplo más común de refuerzo terciario en el día a día es la nómina. La nómina se hace efectiva en el banco por dinero (refuerzo secundario) y el dinero entonces se usa para comida, alquiler, etc. (refuerzos primarios). Algunos sugieren que la nómina nos permite seguir adelante y desarrollar bien nuestro trabajo.

Refuerzos condicionados: de una forma u otra se podría discutir que todos estos términos son tipos de refuerzos condicionados. Un refuerzo condicionado puede adoptar muchas formas, incluso cuando se siguen estrictamente las definiciones científicas nos encontramos con que hay muchos tipos de refuerzos condicionados usados por entrenadores. (Ramírez 1999)

Ciencia vs trabajo de campo: como adiestradores vamos adquiriendo experiencia y ampliamos nuestros conocimientos, con frecuencia nos apoyamos en la ciencia para entender mejor por qué funciona lo que hacemos. Esperamos encontrar respuestas que mejoren nuestro entrenamiento y quizás deshacernos de los hábitos supersticiosos que podamos haber desarrollado. Creo firmemente que la experiencia práctica combinada con un conocimiento de la ciencia nos hará mejores entrenadores. Sin embargo, muchos de los mejores adiestradores que conozco nunca estudiaron teoría científica ni tienen la capacidad de definir la terminología. Aprendieron a base de practicar y hacen lo que les va mejor a ellos y a sus animales. La ciencia nos ayuda a entender o definir por qué las cosas funcionan como lo hacen – la ciencia nos da una explicación para la mayoría de ellas. Pero, cuando entrenamos, incluso si entendemos la ciencia, raramente nos aproximamos a la pureza y control de los experimentos que tienen lugar en un laboratorio. Mezclamos y combinamos ideas, observamos a nuestros animales y respondemos a sus necesidades, usamos un concepto y a mitad de camino podemos cambiar a otro diferente. Este tipo de entrenamiento no se puede reproducir en un laboratorio, porque es una síntesis de muchas ideas – muchas variables afectan en las decisiones que tomamos; es mucho más importante nuestra experiencia e instinto combinados con la habilidad y comportamiento de nuestro animal. Estas diferencias y matices es lo que muchos llaman “el arte de adiestrar”. La ciencia y el arte definitivamente van de la mano, se desarrollan por caminos paralelos en nuestro adiestramiento, pero esos caminos se bifurcarán, cruzarán y retrocederán y rara vez están sincronizados entre sí – aunque se siguen complementando todo el tiempo. ¿Qué quiero decir con todo esto? Tenemos dificultades en entendernos porque no siempre tenemos claro si estamos hablando de ciencia o de aplicación práctica – si no lo separamos o no aclaramos de cuál estamos hablando – es fácil confundirse.

Señal de continuación, “Sigue así” aplicada- en este apartado no haré referencia a la ciencia en absoluto. ¡Rara vez he entrenado a propósito una señal “Sigue así! Sin embargo, he trabajado con muchos entrenadores que la han utilizado, y las he empleado con animales que ya habían aprendido esta señal. También he visto muchos ejemplos de “cosas” que fueron condicionadas sin darse cuenta y que posiblemente servían como señales de continuidad. Uno de los ejemplos más comunes de este tipo de señal es cuando un animal realiza un comportamiento de larga duración, el entrenador le dice al animal palabras de ánimo o lo acaricia, como diciendo “lo estás haciendo bien, sigue así, todavía no has terminado”.

  • En perros de búsqueda y rescate: los perros están trabajando duro, pero aún no han encontrado una víctima. El entrenador les da una señal o dice alguna palabra y el entusiasmo del perro por la búsqueda parece revitalizado. He estado en muchas búsquedas con equipos perro-guía y he visto que estas señales mantienen al perro motivado durante períodos muy largos de tiempo sin ningún otro refuerzo.
  • Animales en zoológicos: en muchos zoológicos se entrena a los animales a permanecer calmados y quietos durante varios minutos para que el veterinario pueda practicarles pruebas médicas (ultra sonido, extracción de sangre, etc.). A medida que la duración del procedimiento se prolonga más allá de ciertos límites, el animal puede comenzar a mostrarse inquieto o lanza una mirada como diciendo “¿te olvidaste de mí?”. El entrenador habitualmente acaricia  al animal, que invariablemente se relaja- es como si se tranquilizara o se le dijera “lo estás haciendo bien, “sigue así”- estas señales no tienen por qué haber sido entrenadas a propósito, pero el comportamiento que vemos en el animal demuestra, ciertamente, que sirven para algo- el animal mantuvo su posición y el comportamiento fue finalmente reforzado.

La ciencia- cualquiera que sea la experiencia científica de los términos/conceptos descritos, el adiestrador os dirá que lo que hace es informar al animal de que lo está haciendo bien y de que siga así. El adiestrador lo ve como una señal “Sigue así”. Si lo analizamos con detalle veremos que en algunos casos se utiliza como una “señal de continuidad” para proseguir y continuar, y en otros como “refuerzo” que fortalece el comportamiento realizado hasta el momento. Algunos incluso podrían sostener que realmente sirve como una señal “delta”, el cese de la misma le indica al animal que mejor que corrija su comportamiento o habrá consecuencias (ver más adelante). Podríamos encontrar casos en los que cualquiera de estos argumentos puede ser cierto.

Sin embargo, cualquiera que sean las intenciones del adiestrador o de las percepciones del científico, la respuesta real reside en lo que el animal percibe y cómo afecta a su comportamiento.

  • Señal: si fuera más probable que el animal no terminara su comportamiento o no supiera lo que viene a continuación sin la señal “Sigue así” entonces es probable que la señal sirva como una indicación de algún tipo.
  • Refuerzo condicionado: si el uso de la señal “Sigue así” fortalece el comportamiento que ha precedido a la señal, está sirviendo como refuerzo. La clave para aplicarla como refuerzo es usarla cuando el animal está actuando excepcionalmente bien, la señal entonces se empareja con una actuación muy buena. Aquellos entrenadores que empleen la señal cuando la intensidad o concentración del animal ha decrecido pueden estar reforzando un comportamiento mermado en vez de conseguir una mejor actuación; o la señal realmente sirve como una indicación para reconectar; o peor, sirve como una señal delta.
  • Delta: es una señal que indica que un estímulo aversivo va a venir – normalmente avisa al animal de que tiene una última oportunidad de mejorar la actuación (Ramirez, 1999). Si el animal trabaja por miedo a que la señal pare es porque el animal ha aprendido que será castigado cuando la señal cese, entonces la señal es en realidad reforzante, pero la terminación de la señal se ha convertido en un castigo condicionado.
  • Muleta: uno de los problemas que he visto con las señales “Sigue así” es que si se usan demasiado a menudo o con demasiada frecuencia, los animales pueden llegar a depender de la señal- incapaces de completar un comportamiento sin ese impulso. En algunas situaciones puede no pasar nada, puede no importarle a algunos entrenadores que el animal necesite ser animado constantemente. Sólo vosotros podéis determinar cómo queréis usar la señal y hasta qué punto se puede haber convertido en una Muleta.
  • Comportamiento supersticioso: algunas veces la señal es más un refuerzo para el entrenador que para el animal. Desarrollamos comportamientos supersticiosos y creemos que algunas cosas están afectando a nuestros animales cuando no lo hacen. Recuerdo una situación cuando era un joven entrenador en la que algunos de nosotros habíamos cogido el hábito de aplaudir mientras nuestros delfines saltaban. Hablábamos entre nosotros de cuánto les gustaba a los delfines que aplaudiésemos. Nuestro director de entrenamiento oyó la conversación y preguntó, “¿cómo sabéis que les gusta?” le respondimos seguros que “les anima a saltar, se puede ver en su actitud”. Nuestro director nos retó afirmando que estaba seguro de que mientras marcásemos el comportamiento con nuestro silbato y reforzáramos el comportamiento bien esos aplausos no tenía nada que ver. Nos obligó a dejar de aplaudir durante todo un mes. ¡Todos dejamos de aplaudir! Al final de mes los saltos de nuestros delfines eran tan altos, tan enérgicos y seguían cumpliendo con los criterios. Nos habíamos auto engañado creyendo que importaban. Curiosamente, cuando terminó el mes nos dijo que quería que volviésemos a aplaudir – de hecho, a él le gustaban los aplausos y más tarde descubrimos que creía que hasta cierto punto marcaba la diferencia en nuestra actitud, en el público, e incluso en los animales. Pero me enseñó una valiosa lección sobre lo que nosotros percibimos o creemos que está pasando no tiene por qué ser lo que realmente ocurre.

CONCLUSIÓN: creo que muchos entrenadores utilizan algún tipo de señal de continuación “Sigue así”, independientemente de cómo la llamen. La ciencia no lo describe, probablemente porque casi todos los casos pueden ser explicados empleando otros términos que ya existen (refuerzo condicionado, una señal, etc.). La ciencia del comportamiento aplicado no está estancada, está en constante evolución, sólo porque una herramienta no haya sido descrita o estudiada no la hace inválida. La ciencia es una disciplina viva, que respira, que crece y se desarrolla con el paso del tiempo. Creo que esta señal se emplea de tantas formas distintas que ninguna descripción de dicha herramienta refleja por completo la amplitud de posibilidades de su uso. La señal de continuación “Sigue así”, en mi opinión, es una de esas herramientas que veo a los buenos entrenadores emplear muy bien y con buen criterio. Pero puede ser una herramienta peliaguda y a veces los entrenadores con poca experiencia la intentan utilizar sin mucha efectividad.

Igual que con todas las herramientas de entrenamiento, debemos ser buenos estudiantes del comportamiento para entender qué funciona, debemos observar a nuestros animales y ver cómo las cosas que hacemos realmente afectan a su comportamiento. Así es como se sabe realmente si una herramienta es o no efectiva.

Bibliografía

Bailey, Bob. (2007). “Marian & Keller Breland: Pioneers of Applied Animal Psychology,” supplemental presentation at 35th Annual Conference of the International Marine Animal Trainer’s Association.

Bostow, D. and Tompkins, B. (1999). University of South Florida Behavior Analysis Glossary.Website: http://www.coedu.usf.edu/abaglossary/main.asp.

Cover, Kayce. (1991). The Syn Alia Series on Animal Training, Volume 1: Bridge and Target Techniques Made Easy. Syn Alia Animal Training Systems, Sarasota, FL.

Cover, Kayce. (2002). “Introducing the Intermediate Bridge,” in American Animal Trainer Magazine. October, 2002.

Kelley, F. Beverly. (1946). “Prima Donnas of the Circus” Reprint from Liberty Magazine in 1946 Ring Bros. & Barnum & Bailey Circus Program. Circus Lithographs, Sarasota, FL.

Landeman, Merril L. (1971). Training Protocols: Instruction Manual for Guide Dog Trainers. Institute for the Blind Publications, Bloomington, IN.

Pryor, Karen. (1999). ¡No lo mates… enséñale! Kns ediciones.

Ramirez, Ken. (1999). Animal Training: Successful Animal Management through Positive Reinforcement.Shedd Aquarium Press, Chicago, IL.

La versión completa de este artículo fue publicada originalmente en Canis (Scandinavian Dog Training Magazine), No.2, 2009.

Traducción ofrecida por Nuria Francés (www.edogtorial.com) con la autorización de su autor, Ken Ramirez.

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