Los perros son conscientes de lo que acaban de hacer

foto perro. Claudia Fugazza

REPRESENTACIÓN MENTAL Y MEMORIA TIPO EPISÓDICA DE LAS PROPIAS ACCIONES EN PERROS

Los perros son conscientes de lo que acaban de hacer, según un nuevo estudio.

Uno de los descubrimientos más importantes sobre la cognición del perro, en opinión de la Dra. Claudia Fugazza, autora del artículo que recientemente acaba de ser publicado.

👉  (vídeo de situación del entrenamiento y prueba)

Vídeo que ilustra la situación de las pruebas inesperadas: el perro es libre de explorar algunos objetos novedosos. El comando “¡Repite!” es emitido por el propietario tan pronto como el perro realiza una acción bien identificable. Crédito: Marco Ojeda

Un nuevo estudio recién publicado en Scientific Reports revela que los perros son conscientes de sus propias acciones, al menos en cierta medida.

Los investigadores del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd de Budapest descubrieron que los perros usan un tipo de memoria episódica para recordar acciones específicas que realizaron, lo que sugiere, que los perros son conscientes de lo que hacen.

La memoria episódica es el recuerdo de eventos que están codificados cuando no se sabe que deben recordarse. Tradicionalmente, en los humanos, se cree que este tipo de memoria está vinculada a la autoconciencia porque para recordar el evento pasado, uno tendría que “viajar mentalmente en el tiempo” y reproducir en su mente el evento pasado que vivió.

Los resultados de este nuevo estudio sugieren que los perros pueden representar y recordar sus propias acciones.

Es muy difícil estudiar la representación mental de acciones propias en especies no verbales (es decir, en animales no humanos), porque no podemos simplemente pedirles que nos digan si recuerdan lo que hicieron. Para este estudio, diseñamos un método innovador que, en cierto sentido, nos permitió hacer esta pregunta a los perros, explica la investigadora principal, Claudia Fugazza.

Los científicos entrenaron a 10 perros para que repitieran sus propias acciones con el comando “¡Repite!” con un protocolo de entrenamiento específico. Por ejemplo, el dueño le pedía al perro que saltara en el aire con una señal previamente entrenada (“¡Brinco!”), Y después le decía el comando “¡Repite!”, y se esperaba que el perro saltara en el aire una vez más. Durante el entrenamiento, esto se aplicó a un conjunto de acciones que los perros habían sido entrenados a realizar.

Pedirles a los perros repetir acciones nuevas en diferentes situaciones y sin previo entrenamiento para las pruebas, nos dio la posibilidad de “hacerles una pregunta”: “¿Recuerdas lo que hiciste?”, aclara Fugazza.

Lo que es más importante es que, para acreditar la memoria episódica en los perros, los investigadores probaron la capacidad de repetir sus acciones en situaciones de la vida cotidiana, cuando los perros no esperaban tal prueba, es decir, la acciones eran realizadas espontáneamente.
Por ejemplo, el dueño estaba sentado en el sofá leyendo un libro, fingiendo no observar al perro. Tan pronto como el perro realizaba espontáneamente una acción bien identificable, es decir, bebió agua de su bebedero, el propietario daba el comando “Repite”.
En una prueba igualmente inesperada, los perros encontraron algunos objetos novedosos (un peluche, una estatua con forma de animal, una caja y una muñeca) mientras caminaban con su dueño.
Esperamos que los perros exploraran los objetos y realizaran algunas acciones sobre ellos, que pudieran recordar y repetir cuando se les solicite, explica Péter Pongrácz, etólogo, coautor del estudio.

                       👉  (vídeo resumen en inglés)

En estas pruebas, los perros recordaron y repitieron sus propias acciones en el 70% de los ensayos cuando no hubo demora entre la acción realizada espontáneamente y el comando “¡Repite!”. Su rendimiento disminuyó gradualmente entre 30% y 40%, con retrasos de hasta 1 hora.

Estas pruebas aprovecharon un tipo de memoria episódica porque los perros no esperaban el comando de Repetir, por lo tanto, no podían confiar en una respuesta preparada, ni podían repetir una acción previamente recompensada, porque estas acciones eran espontáneas, no habían sido entrenadas previamente, señala Ákos Pogány, etólogo, coautor del estudio.

Ádám Miklósi, coautor y jefe del Departamento concluye: este es el primer estudio que muestra que los perros son conscientes de sus propias acciones. Esto constituye un importante paso adelante en la comprensión de la complejidad y evolución de la autorepresentación. Además, esperamos que este descubrimiento cambie la forma en que pensamos sobre los perros porque ahora sabemos que también crean una representación mental de sus acciones en curso. Entonces, hasta cierto punto, los perros son conscientes de lo que hacen.

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